Karl von Frisch y el lenguaje de las abejas

El descubrimiento de Karl von Frisch
La danza o baile de las abejas, el lenguaje de las abejas en donde mueven el abdomen de un lado a otro mientras caminan repetidamente en un intrincado patrón en forma de ocho. Una danza para dar información de fuentes de alimentos a sus hermanas.
La inteligencia artificial (IA)está abriendo un mundo de posibilidades a los científicos para entender a estas grandiosas habitantes de la naturaleza.
Sin embargo, la persona que finalmente descifró el secreto de su significado es el investigador austríaco iconoclasta Karl von Frisch.
Premio Nobel
El avance inicialmente de Karl von Frisch le valió una gran cantidad de desprecio por parte de otros científicos de mediados del siglo XX.
En ese momento los científicos no comprendían lo que Karl Von Frisch les decía, algunos, incluso, rechazaron sus teorías tachándolo de loco.
Las abejas Apis mellifera son criaturas inteligentes y muy sofisticadas, solo hay que ver su lenguaje a través de la danza para comunicar a sus hermanas donde encuentran los alimentos. Karl von Frisch con observación logró leer su lenguaje de bailes y geometría.
El estudio de las abejas de Karl von Frisch
Karl von Frisch comenzó a estudiar a las abejas en el año 1912. La danza de meneo o baile de las abejas, fue una de las cosas que más llamó su atención.
Al perseguir esta hipótesis, estaba cuestionando dos suposiciones centrales de la ciencia y la filosofía occidentales.
- Los humanos tienen formas complejas de lenguaje
- Los insectos eran incapaces de una comunicación compleja debido a sus diminutos cerebros.

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Lenguaje humano
El lenguaje verbal humano se basa en gran medida en los ruidos que hacemos con nuestras cuerdas vocales y boca. Las expresiones que hacemos con nuestros rostros y la forma en que sostenemos y movemos nuestros cuerpos.
Por el contrario, el lenguaje de las abejas es principalmente espacial y vibratorio. Su sintaxis se basa en algo muy diferente al lenguaje humano.
El tipo, la frecuencia, el ángulo y la amplitud de las vibraciones que hacen los cuerpos de las abejas, incluidos abdómenes y alas, a medida que se desplazan por el espacio.
La precisa comunicación de las abejas
Al zumbar y temblar, inclinarse y girar, las abejas comunican información notablemente precisa. Una vez que una abeja exploradora ha encontrado una buena fuente de alimento, regresa a la colmena para informar a sus hermanas.
Durante el baile de meneo, la abeja se mueve en forma de ocho: una línea recta mientras golpea las alas y luego un regreso circular sin batir las alas.
Ahora sabemos que el patrón resultante, que se puede observar visualmente, codifica la dirección hacia la fuente de alimento en relación con la posición del sol en el cielo. La duración del baile está relacionada con la distancia que deben recorrer las abejas.
La investigación de Karl von Frisch
Frisch se decidió por un ambicioso diseño experimental: rastrear miles de abejas individuales para analizar la correlación entre sus bailes y fuentes específicas de alimento.
En ese momento, esto parecía imposible, dado que las poblaciones de colmenas promedian entre 10 000 y 40 000 abejas.
Pero, Karl von Frisch, a través de una meticulosa atención a los detalles y una cantidad casi infinita de paciencia, pudo probar su hipótesis. Cuando una abeja bailarina líder se menea, orienta su cuerpo en relación con la gravedad y la posición del sol.
Haciendo sutiles variaciones en la duración, velocidad e intensidad de su baile, puede dar instrucciones precisas sobre la dirección, distancia y calidad de la fuente de néctar. Al hacerlo, enseña a otras abejas en la colmena,

El preciso sistema de comunicación de las abejas
La investigación de Frisch demostró progresivamente la asombrosa precisión del sistema de comunicación de las abejas.
En uno de sus experimentos más famosos, entrenó a sus abejas para navegar a una fuente de alimento oculta a varios kilómetros de distancia, a través de un lago y alrededor de una montaña.
Esta fue una hazaña asombrosa, dado que le había mostrado el sitio una vez a una sola abeja. En otro experimento, demostró que diferentes colmenas tienen patrones de baile ligeramente diferentes.
Las abejas parecían aprender estos patrones de sus compañeros de colmena. En esencia, el lenguaje de la danza de las abejas tiene dialectos, al igual que las comunidades humanas.
El secreto de Karl von Frisch
El mismo Karl von Frisch estaba tan asombrado por sus hallazgos que inicialmente los mantuvo en secreto.
Contradiciendo los puntos de vista científicos predominantes, sus hallazgos demostraron que las abejas poseían aprendizaje, memoria y la capacidad de compartir información a través de la comunicación simbólica, una forma de lenguaje abstracto.
Como le escribió a un confidente en 1946: “Si ahora piensas que estoy loco, estarías equivocado. Pero ciertamente podría entenderlo.
El rechazo de los científicos
Frisch tenía razón en preocuparse. Cuando finalmente se hizo público, muchos científicos descartaron su investigación y argumentaron que los insectos con cerebros tan pequeños eran incapaces de comunicarse de forma compleja.
El biólogo estadounidense Adrian Wenner lanzó un desafío a la teoría de Frisch, argumentando que las abejas localizan los alimentos únicamente por los olores. Una teoría que posteriormente se demostró incorrecta, aunque los olores son señales importantes para las abejas.
Finalmente, los resultados de Karl von Frisch fueron validados de manera definitiva e independiente, y se le otorgó el Premio Nobel en 1973.
El comité del premio concluyó su declaración de nominación refiriéndose a la «vanidad desvergonzada» del Homo sapiens, que se negó a reconocer las capacidades extraordinarias de las abejas.
El pozo mágico, según Karl von Frisch
Frisch se refirió a las danzas de las abejas como un «pozo mágico»: cuanto más las estudiaba, más complejas resultaban. Einstein, también estaba intrigado con la navegación de las abejas.
Cada especie, argumentó Frisch, tiene su propio pozo mágico. Los humanos tenemos un lenguaje verbal. Las ballenas tienen ecolocalización, lo que les otorga la capacidad de visualizar todo su entorno a través del sonido.
Las abejas tienen un lenguaje espacial e incorporado: ahora reconocemos algunas de las diferencias sutiles en los movimientos y vibraciones de su cuerpo. Incluyen meneos, golpes, estridulaciones, caricias, sacudidas, agarres, silbidos, temblores y antenas, por nombrar solo algunos.
Sistema simbólico
Muchos científicos todavía consideran que la danza de las abejas es el sistema simbólico más complejo que los humanos han descifrado hasta la fecha en el mundo animal.
Aunque muchos científicos inicialmente afirmaron que la danza del meneo debería denominarse simplemente como comunicación.
Karl von Frisch insistió en usar el término lenguaje de las abejas. a través de un sistema de signos, las abejas intercambian información, coordinan comportamientos complejos y forman agrupaciones sociales.
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